Plena y feliz… sin ti.
Aún recuerdo cuando te
conocí, las primeras veces que cruzamos miradas, que cruzamos palabras.
Cuando te conocía sin saber nada de ti y conocerte era mi pasatiempo favorito, no había nada mejor que escuchar de ti y escucharlo de tu boca era maravilloso.
Hacerte reír y verte sonreír, se convertía en mi propósito diario… nunca creí encontrar algo más bonito que tú y tu sonrisa.
No podía creer la manera en la que conectamos, no quería vivir un solo momento sin ti y eso me hizo ser dependiente a ti.
Nuestra historia fue muy bonita, fue nuestra y de nadie más.
Nadie tenía idea cuantas aventuras tuvimos juntos, cuantas miradas, cuantos te quiero, cuantas horas pasamos juntos, nadie tuvo ideo cuanto fuimos… solo tú y yo.
¿Qué tanto hace falta querer, para dejar de querer? Lo único que sé es que yo te quise como a nadie más he querido y aun así no basto para mantenernos juntos, no basto para que te quedaras a mi lado, no bastaron las noches, ni las risas mucho, menos cada aventura, no basto darte mi amistad y mi amor incondicionalmente.
Al final de nuestro amor, pase por 908 etapas.
Esos fueron los días que pase sin ti, acepto que hubo días que pase contigo, mas no los pase a tu lado. Si, fueron etapas… cada día, cada etapa fue una lucha constante por no besarte, no abrazarte, no tenerte, no verte, no hablarte, no llamarte, no saber de ti. Al llegar cada vez más al fin de mis etapas fue demasiado fácil ponerle fin a ese amor… al menos por mi parte así lo es.
Gracias.
Cuando te conocía sin saber nada de ti y conocerte era mi pasatiempo favorito, no había nada mejor que escuchar de ti y escucharlo de tu boca era maravilloso.
Hacerte reír y verte sonreír, se convertía en mi propósito diario… nunca creí encontrar algo más bonito que tú y tu sonrisa.
No podía creer la manera en la que conectamos, no quería vivir un solo momento sin ti y eso me hizo ser dependiente a ti.
Nuestra historia fue muy bonita, fue nuestra y de nadie más.
Nadie tenía idea cuantas aventuras tuvimos juntos, cuantas miradas, cuantos te quiero, cuantas horas pasamos juntos, nadie tuvo ideo cuanto fuimos… solo tú y yo.
¿Qué tanto hace falta querer, para dejar de querer? Lo único que sé es que yo te quise como a nadie más he querido y aun así no basto para mantenernos juntos, no basto para que te quedaras a mi lado, no bastaron las noches, ni las risas mucho, menos cada aventura, no basto darte mi amistad y mi amor incondicionalmente.
Al final de nuestro amor, pase por 908 etapas.
Esos fueron los días que pase sin ti, acepto que hubo días que pase contigo, mas no los pase a tu lado. Si, fueron etapas… cada día, cada etapa fue una lucha constante por no besarte, no abrazarte, no tenerte, no verte, no hablarte, no llamarte, no saber de ti. Al llegar cada vez más al fin de mis etapas fue demasiado fácil ponerle fin a ese amor… al menos por mi parte así lo es.
Gracias.
Contigo aprendí a querer, pero aprendí más a quererme a mí y eso siempre te lo voy agradecer toda la vida porque gracias a ti se lo que merezco hoy en día.
Te agradezco nuestra historia que siempre voy a recordar, fuiste, eres y serás mi primer amor.
Siempre escuche decir por ahí, que para abrir nuevos ciclos tenemos que cerrar otros y eso lo supe y lo afirme el día que cerré mi ciclo contigo.
Atentamente: Jaque, plena y feliz… sin ti.
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