La Luna en el Puerto de Ilusión

Aún recuerdo cuando te conocí, las primeras veces que cruzamos miradas, que cruzamos palabras. Cuando te conocía sin saber nada de ti y conocerte era mi pasatiempo favorito, no había nada mejor que escuchar de ti y escucharlo de tu boca era maravilloso. Hacerte reír y verte sonreír, se convertía en mi propósito diario… nunca creí encontrar algo más bonito que tú y tu sonrisa. No podía creer la manera en la que conectamos, no quería vivir un solo momento sin ti y eso me hizo ser dependiente a ti. Nuestra historia fue muy bonita, fue nuestra y de nadie más.  Nadie tenía idea cuantas aventuras tuvimos juntos, cuantas miradas, cuantos te quiero, cuantas horas pasamos juntos, nadie tuvo ideo cuanto fuimos… solo tú y yo. ¿Qué tanto hace falta querer, para dejar de querer? Lo único que sé es que yo te quise como a nadie más he querido y aun así no basto para mantenernos juntos, no basto para que te quedaras a mi lado, no bastaron las noches, ni las risas mucho, menos cada aventur